Ángel madre
Caricias de brisa
Titilar de estrellas
dejabas en la casa
tan solo al pasar.
Aromas de jazmines
Mezclados con vainillas
Y el humo delicioso
Del caliente pan.
Bollitos de queso,
fideos de albahaca
Que hacían las delicias
de nuestro paladar.
Los libros de Lobato
las fábulas de Esopo
leídos en las noches
de recia tempestad.
Tus suaves manos blancas
Repartían caricias
lavaban nuestras túnicas
y amasaban el pan.
Enseñaban las letras
del alfabeto básico
del amor, el perdón, la fe
y la infinita piedad.
Curaste las heridas
Del cuerpo y del alma
Que a tus hijos la vida
Les hiciera al pasar.
Imposible creer
que en un cuerpo tan frágil
Tanto amor cupiera,
Tanta fuerza, tanto dar.
¡Cómo no entendimos
tu congoja profunda
al ver nuestros torpes yerros
en terco fracasar¡
Angelmadre hoy clamo
Desde el centro de mi alma,
tener siempre tu luz
Tu faro, tu bondad.
Hoy mi cabeza ya cana
se parece a la tuya
las arrugas mi rostro
comienzan a cruzar.
Sin embargo, no hay dicha
Más grande, Ángel madre
Que abrazar tu regazo
Y que tus manos de seda
me quieran acariciar.
Llevándome hasta el cielo
De dicha suprema
Por tener a mi angelmadre
De luz y de bondad
Piriápolis,
1:20 de la madrugada del 85
cumpleaños de mi Angelmadre
Yaraví
Mi angel madre desencarnó el 3 de septiembre,
mientras yo me encontraba peregrinando en el camino de Santiago.
La Diosa
Una noche de invierno brillante de estrellas.
Pálida y fría llegaste desde el mar.
Trenzabas tus cabellos con algas marinas
Caricias de niebla dejabas al pasar
Perfumes de retamas, magnolias y jazmines
Derramabas en la arena y te vestías de sal
Te pregunté quién eras y no me respondiste
Me miraste tan sólo con mirada ancestral
Dejaste un brillo opaco clavado en mis pupilas
Mientras tus pies de agua seguían el camino
Trazado desde siglos que la memoria olvida,
O no quiere ni puede acaso recordar.
¿Quién eres?-pregunté de nuevo.
¿Acaso no puedes decirme a dónde vas?
Entonces otra vez sus ojos me miraron
Y un resplandor hierático, trémulo, lunar
Iluminó mis manos, mis ropas y mi cuerpo
Envolviéndome en destellos de aurora boreal
Subiste a los médanos más altos de la playa
Te envolviste en la bruma traída por el mar
Danzaste en la cresta alada de las olas
como una ondina alegre, bailando sin parar
¡Llévame contigo¡ dije.
¡No me dejes sola!
Muéstrame la dicha de tu libertad
quiero hundirme en las aguas, sagradas divinas
de los mares eternos de la fecundidad.
Quiero como tú brillar con la luna
Vistiendo ropajes de algas y de sal
Entonces la diosa me miró de nuevo
Descorriéndome el velo, mostrando la verdad
Con una sonrisa suave de blanco terciopelo
De dónde yo voy, me dijo, no puedes regresar
Despojarte de toda la materia debes,
Volverte etérea , sutil, intangible
Envolverte en el manto de la eterna piedad
Sembrar la tierra y cosechar los frutos
Sin que nadie vea tu cuerpo mortal
Amar sin razón, sin pasión y sin besos
Con un amor tibio, inmenso, universal
Perderás la noción de pasado y futuro
Viviendo el eterno presente inmortal
¿Venir conmigo, quieres?
¿Estás dispuesta la puerta a cruzar?
Sí, llévame contigo Diosa.
De tu mano firme me atrevo a la ribera llegar.
Vamos, entonces , la diosa me dijo,
tomando mis manos, con las suyas de sal.
Serás en el cielo infinito la huella
de una peregrina estrella fugaz
Yaraví Roig
La Diosa-19 de junio de 2002-1:42 A.M.
Noche de cuarto creciente
Hola Ludy
Puedes publicarlo si lo deseas.
Un beso
Yaravi Roig Curbelo
Muchas Gracias Amiga!!!
Ludy
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