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Queridísima Ludy
Las águilas pedirán estrellas; las palomas, nidos; los sembradores, semillas, y yo, con mi puñado de palabras, con mi macizo de rosas contra el pecho y con mis noches de sueños imposibles, tendré que pedir un milagro: "Que mis rosas se parezcan a tus rosas""Que mis frases se parezcan a tu verdad"
Deja un beso en el hueco de mi mano para seguir repartiendo que, al final, la cosecha no es más que volver a dar lo que Tú nos regalaste.
Tú amiga eres el rayito de sol de todos los días. Eres la sonrisa prometedora de todos los proyectos. Eres el estuche para guardar secretos y lágrimas. Eres la llave para saber qué pasa corazón adentro. Eres un regalo de Dios con chispas milagrosas para tus escogidos. Estoy engarzando recuerdos, repasando nuestros caminos juntos, leyendo cartas, reviviendo nuestras alegrías y nuestras lágrimas, nuestras decisiones y nuestros sueños, y nuestro mundo interior. ¡Estoy vivo gracias a ti! Recibiendo de tu corazón un clavel rojo que todos los días me hace amanecer. Me has abierto huequitos en el alma para mandarme alicientes que me sostengan.
Siento cómo remas por detrás, para que el barco que me dejaste no se vaya a pique y cómo pones tu mano sobre la mía para llevar el timón. Y siempre hay algo tuyo que me indica cuándo debo abrir las velas para aprovechar el viento y cuándo deben enrollarse para que nos se las lleve la tempestad.
Todos los que estuvimos contigo hemos quedado bien abastecidos. Todos tenemos todavía tu amor estrujándonos el alma y tu corazón palpitándonos la vida. Tú me recuerdas la vida con su sol, su lluvia y sus caminos. Tú no me pareces lejana, si aquí te enciendes por todos los rincones, resaltas en todos los detalles y te deshaces en amor y sabiduría ante todos los problemas. Yo sigo volando todavía, tras el águila azul que  perseguimos. Y sigo todavía tras el arco iris de tu vida, para calmar todos mis nublazones. Yo sigo tus pasos para caminar seguro. Y antes de juzgar, te miro. Y antes de actuar siempre te pregunto. Y tu tronco me sostiene, tus ideas me conducen, tu corazón me arropa y tu mirada me vigila. Tu alma se filtra, tu amor se siente y tu obra: se ve!!!
Eres inmensa, irreductible. No puedo resumirte. Pues no sólo eres un río que refrescaba la vida, sino que eras además cauce, corriente, canto y orilla. Naciste inteligente y sin saberlo iluminaste muchas almas. Naciste justa y sin darte cuenta tallaste muchas vidas. Naciste buena y, sin proponértelo, hiciste de ese don el oficio de tu vida.
Y como cosa natural me llenaste la copa, me quitaste la sed, me sembraste el amor y me hiciste decir por dentro muchas veces: soy feliz! El amor es para trabajar por dentro, en el silencio, en lo profundo, y sacar alas al recuerdo, luces a las sombras, mieles a la corola. Esas rosas lejanas que guardan siempre un fulgor y una fragancia exquisitos. Te podemos reconstruir, porque hay pedazos tuyos por todo el mundo. Te podemos seguir la pista por todas aquellas frases que hiciste célebres entre tus amigos. Frases sabias y preciosas que te identificaban, que no pueden pronunciarse sin asociarlas a ti; de ésas grabadas con tu puño y letra, con tu sello personal, con tu propia etiqueta. Hay que tener cultura de todo: de iglesia, de hospital, de trago, de aeropuerto. Hay cosas que sólo se resuelven sobre la marcha. Hay lecciones que sólo se siembran en el hogar. Que es la ciencia más importante de la vida. En fin, Maestra, que para tu imagen no hay borrador, para tu compañía no hay sustituto y para tu amor no hay olvido. Tú bien sabes que no he roto el amor: lo vivo en otra forma. No he perdido tus huellas: las camino en otra posición. No han desaparecido tus palabras: las oigo con otro sonido. No me siento desprovisto de todo, sino guardador en otra dimensión, perpetuado en otro estilo y conductor del mismo barco y los mismos tripulantes.
No estoy renuente a entender que velas por mí, ni a recibir nuevas ilusiones: es que las que me dejaste todavía me queman el alma. No estoy renuente a sembrar nuevas rosas: es que todavía las que me dejaste me llenan las manos. No estoy renuente a ver salir el sol: es que todavía estás a mi lado a cada amanecer.
Eres lucero de mis noches, meta de mis días, paisaje de mis recuerdos, faro de mi camino. Eres plenitud del pasado, vivencia del presente ¡y promesa del porvenir! El que no mueras dentro de mi no ha sido fruto de mi corazón, sino premio de tu capacidad y tu arte. Para mi no estás invisible: yo te veo. Para mi no estás sin vida: yo te siento. Para mi no estás muda: yo te oigo. Para mi, lo que se vive juntos no se borra, lo que se entierra de raíz no se arranca ¡y lo que se lleva en el corazón, no se muere!
Para mi no has desaparecido: te codeas conmigo a cada rato. Para mi no has dejado de soñar: te llevo sobre las alas. Las águilas vuelan siempre juntas amiga del alma
Muchas Gracias por esta gran distinción
QUE EL TRIÁNGULO SAGRADO BRILLE SOBRE TI Y TU FAMILIA
Con amor insuperable
Gregorio Lozada Cuello
Águila 123
Hermandad Águila Dorada
gregoriolozada@gmail.com