PALMIRA BURGOS, escritora chilena, oriunda del sur de Chile.
Pasa su infancia en medio de una belleza exuberante, que la empapa de la belleza espléndida de los paisajes de la Región de los Lagos.
Desde su juventud trabaja en el Ministerio de Obras Públicas, siendo traslada en 1980 al Región de Tarapacá, pero lleva consigo los borradores de su obra de toda la vida.
Una vez que jubila ingresa al Taller Literario Queñua y allí las instan a publicar sus obras.
Sus publicaciones son las siguientes:
- "De lluvia y de sol", poemas
- "Mi amiga Aurora" , novela corta
- "Sueños y soñar"
- Sembradío en tres tiempo", poemas
- "El Trigal" (compendio de poesías)
- Próximo a publicar la Antología "Sueños en la cumbre", trabajo realizado con el Taller que dirige en la Caja de Compensación Los Andes, de la ciudad de Arica, Chile, lugar donde reside actualmente.

IRÉ A BUSCARTE
Me vestiré de flores y sonrisa
Me vestiré de azul y poesía
Me vestiré de canto y de murmullo
Me vestiré de todo lo que ansías

Y robaré su olor a la floresta
Y robaré las perlas a los mares.
Le robaré la fuerza a los tornados
Y el ondular de la brisa a los palmares.

Porque voy a buscarte
Por la ribera larga del olvido
donde duermen los besos sin arrullo
Y los deseos esperan en sus nidos

Iré a buscarte, si, no importa que la tarde
ya tenga una estación junto a tu vida.
Yo me iré galopando por los sueños
Para llegar antes que muera el día.

Vamos a amarnos tanto como entonces
Nada le pondrá sombra a aquél idilio
Buscaremos del ayer las dulces horas
Y traeremos la dicha del exilio.

RÍE Y CANTA

De las vertientes de mis locas fantasías
caen los versos cual tímida cascada
para nutrir de humedad mi alma, que ansía
dejar de ser erial, o apenas nada.

En el murmullo de las ondas, tal vez breve
Boga la noche augurando una sonrisa
es música de timbales, canto leve
que a la vera de mi calle se desliza.

Alma no duelas, danza, ríe y canta
que los versos como en arpa de oro
se trocarán en ritmo y melodía.

Mira el cóndor, en la cumbre se agiganta
Cuando escucha de los ángeles el coro
y en lo alto anida cuando muere el día.

CARTA A MI HIJA

¡ Hija¡ ¿Hija de mi vientre y de mi alma
mientras la noche te duerme
con su silencio y su calma
yo vuelco tu historia en versos
que tú has de leer mañana.
Llueve como aquel invierno
la noche en que te esperaba.
Ladran los perros de lejos,
la noche sigue callada.

¡Cómo han pasado los años¡
y yo con mis añoranzas.
Tu mal no es mal que haga daño,
Tormentas traen bonanzas.
¡Duerme mi niña!.. tranquila,
mientras yo escribo esta carta.
Era, como hoy, invierno
con lluvia de madrugada.
Afuera arreciaba el viento,
Yo a Dios con fervor clamaba:
¡Dame fuerzas! ¿Padre eterno!
¡Para que mi niña nazca!
¡Naciste!, tu piel enrojecida.
Entre el sudor y mis lágrimas
yo me tocaba el vientre
que llevó tan linda carga.
Tus manos,
madreselvas pequeñitas
ya las sentía en mi cara
y te acurruqué a mi seno
tanto como te adoraba.
Te di con mis pechos leche
que tu con hambre mamabas.
Cuando abrías los ojitos
se iba a mi alma tu mirada.
Asomó la primavera
entre laureles y malvas,
con amapolas silvestres
que se abrían de mañana.
Te enseñé a andar con mis manos
¡Cómo me regocijaba!
Y un día partiste sola,
vestida de colegiala.
Ibas creciendo mi niña
y mi amor se agigantaba.
Pero empezaba ese viaje
Lentamente, hacia el mañana
en el que mi amor de madre
de ilusiones se llenaba.
La vida te abrió una puerta
para que tu la pasaras
y yo te tracé un camino
para que por él viajaras....

Fue como un mar tu existencia
y muchos puertos te esperaban.
Yo era el timón de tu barca,
tu me dejabas guiarla.
La niña quedó olvidada
en algún puerto lejano
con una cinta en el pelo
jugando el viento en su falda.
Y en otro puerto del tiempo
la adolescencia esperaba
vestida de rosas suaves
y de inquietud coronada.
Tu barca arribó temprano
¡Qué corta fue la pasada!
te me fuiste mar adentro
borrando tu huella el agua.
Se perdería tu estrella
en los puertos de mi esperanza
y no pudo anclar en ellos
tu barquilla destrozada.
En tu mar había escollos
hacia ellos fue tu barca.
No pudo salvarla a tiempo
timón ni quién la guiaba.
Pero pasará el invierno,
tu mar dormirá sus aguas.
Vendrán auroras brillantes
otro puerto y otra barca.
¡Duerme mi niña tranquila!
mientras yo escribo esta carta
La casa está desolada,
desolada esta mi alma.
Mi hija ha crecido mucho,
con ella, sus esperanzas
y fue por otro camino
distinto al que yo trazara.
Pero la estoy esperando,
llorando y secando lágrimas,
ha de volver cualquier noche,
o en cualquier madrugada.

¡Regresó mi pequeña!
¡que pálida está su cara!
¿está llorando por dentro?
¿tiene las manos heladas?
¡Pero ha vuelto!... eso es todo,
lo demás no importa nada.
¿Si ha tropezado o caído?
¡Soy madre y voy a cuidarla!
La casa se tornó alegre
es su puerto y es su barca
varada en aguas tranquilas
navegando en esperanzas.
Su cara de niña triste
volvió a reír de bonanzas.
Lleva en su vientre de luna
como un tesoro, su carga.
¡¡Si!! Mi hija va a ser madre,
madre de cara rosada
y habrá de acunar a un niño
lucerito de su alma
que le mamará los pechos
como ella a mi me mamaba,
y habrá de darle tanto amor
como yo le daba.
¡Que Dios te guarde ¡
¡Hija mía!
¡guarde tu hijo y tu alma!
Benditas serán tus manos
cuando le cuides mañana.
No llores si estás solita.
¡Mira!, el padre no hace falta,
la madre lo abarca todo
con sus manos y su falda.
¡Despierta!
¡Despierta mi niña linda!
¡Ya he terminado mi carta!

LIBERTAD

Cuando sueltes la brida a tus encantos
dejes ir y volar las fantasías.
A tus ojos nunca más nublará el llanto
habrá en tu vida una lumbre que no había.

Y viajarán veloces cada noche
por su camino azul los pensamientos
al jardín sideral de los amores
que da los tintes a la flor del sentimiento

Tu vida no será estancia de sombra
ni el miedo tu sentencia lapidaria.
¡Libertad! Oirás, alguien te nombra
será el amor en su estación primaria .



VUELVE
Vuelve si puedes,
y avivarás mis ansias mañaneras.
El gozo nace y muere
en un recodo turbio de mi alma
donde aloja esta pena.
Vuelve, aún no es tarde, bien lo sabes
mis recuerdos te acunan y se llenan
- igual que manantial de aguas serenas,
Sorprendido por la lluvia cuando cae -
en cada instante que imagino verte.
Mi niño,
Tu eras igual que golondrina juguetona
de esas que bordan el cielo con las alas.
Ibas con los brazos abiertos
y en tu manta
ocultabas los sueños que soñabas.
Hoy te cobija extraño e ignoto suelo
gira la rueda que fabrica distancias.
En las noches se comba en el desvelo
la columna sencilla de mis ansias.
¿Que hay en tus ojos que no han vuelto a verme?
¿Te duele o sientes el alma carcomida?
¿Persiste en ti la nitidez de las imágenes?
¿Cuándo enviaste una lágrima,
que no lavó mi herida?
Yo en cambio tengo para ti mil rosas
guardadas en mi pecho con el canto
que improvisabas cuando a una mariposa
mientras volaba, perseguías en el campo.

Te seguiré esperando mientras quede
en el viejo roble una sola rama.
Pequeño símbolo, fragmento que defiende
un recuerdo de ayer que el tiempo apaga.
Pero, vendrás ¿verdad?, aquí te espero.
Tráeme un beso y en los brazos tuyos
cobíjame un instante porque quiero
pintar mi angustia con tintes de hermosura.

AUTORIZACIÓN

Yo, PALMIRA BURGOS MERINO, chilena, casada, cédula nacional y RUT Nº5.343.623-4, domiciliada en Arica, Chile, calle Prat Nº 755, depto. 203, vengo en autorizar a la Sra. LUDY MELLT SEKHER, para que publique en su Pagina de Internet, EL CASTILLO SEKHER, mis trabajos literarios de poesía y prosa.
Este publicación no tiene fines de lucro, solamente es un esfuerzo de la Sra. LUDY MELLT SEKHER para dar a conocer valores literarios de diversos países especialmente de América Latina.
Junto con agradecer el gesto de la Sra. Ludy Mellt le envió mis más cálidas felicitaciones por su obra altruista en pro de las artes y la cultura.
Palmira Burgos Merino
Arica, (Chile), 01.10.2000



MUCHAS GRACIAS AMIGA
LUDY