Recordando a García Lorca
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LLUEVE TU LIBERTAD.
Recordando a:
(Federico García Lorca)
En esta celulosa expreso
Una carta articulada
De pensamientos
Filtrados
Por la luz de tu mirada.
Las hojas del otoño se unen
En el movimiento del aire de
Tu respiración que exhala el
Perfume del embriagador
Jacinto.
Te daré una casa de versos
Para navegar por encima y el
Fondo de los océanos, hechos
Con tu inspiración, en el
Lugar en que estás te escribo;
Pero los excesos de mi vida
Esos que trituran el futuro,
Los reemplazo por algo
Llano y sincero.
Destapo sin miedo hasta el
Último intríngulis de la
Espesura que mata,
¿Desaparecer en el espacio de
La oscuridad? ¡ No quiero¡
(Cambia el viento, y la luna
Se abre en luz.)
Quiero ver su simiente como
Un caracol de lluvia.
Se limpia el pedregal y
Aparece un claro, es el
Respiradero para escapar
De la cetrina existencia.
(la meta sobreviene sin
Sentido, ¡la vida pasa en un
Tris¡, ¿es el final del tiempo?)
Entonces.. Hago mayor el iris
De mis ojos, te miro y te sé, me
Quedan para siempre los
Bienes de tu herencia, poemas
Mágicos arrullados, tu
Sereno jardín de versos
Regalo de la lluvia de
Pasiones incandescentes, tu
Mirada de nobleza,
Muchacho de inocencia,
Mitad pena, mitad libertad,
Con el pelo enamorado como
Un huracán ardiente.
En tan poco tiempo diste
Tanto...poeta, que para
Alcanzarte tendría que
Volver a nacer mil veces.
Julia Luengo.
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Poema a Lorca
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Y NO ME CANSO CANTORES
Y no me canso cantores
De cantar coplas isleñas,
Para que canten amores
De mi tierra tinerfeña.
Salió de ronda la luna
Y con su clara silueta,
Le da luz como ninguna,
A las soledades quietas.
Con el frescor de la brisa
Siempre estoy mirando al mar,
Contando olas sin prisa,
vi un sol de tarde apagar.
Brillan estrellas y flores
En la quietud de los valles,
El eco no lo oyó nadie,
tan solo la mar y el cielo.
El hombre siempre en el mar,
Su corazón en el viento,
y en la garganta un cantar,
Y en el alma un sentimiento.
El sol que alumbra
A las cumbres y los mares,
Se pierde allá en la penumbra,
sí no le cantan cantares.
!Donde irá aquella gaviota¡,
que el rumbo perdió al pasar,
Quizás con una ala rota
Buscó una peña en el mar.
El sol se duerme en la mar,
Y en el monte un brezo sueña,
Con la guitarra al rasgar,
Nacen dulces malagueñas,
Con las notas de un cantar.
Julia Luengo.
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