NOVENA
REFLEXIÓN
PARA QUIEN HA PERDIDO
A UN SER QUERIDO.
POR
MIGUEL AMADO FONSECA ESCOBAR
Hay momentos en los cuales lo más apropiado es guardar un respetuoso
silencio y manifestar nuestro solidario apoyo a través de un simple
gesto, como un apretón de manos o una mirada.
No obstante lo señalado y aún a riesgo de cometer un error, quisiera
decirte con relación a la partida de tu ser amado, que comprendo la
situación por haberla vivido, y estoy contigo.
También quisiera decir que habiendo meditado mucho sobre estos
hechos en general, he llegado a la conclusión que de ningún modo
podemos participar en su ocurrencia o no ocurrencia, sino tan sólo
en su comprensión.
Discurriendo luego sobre esto último, llego a la convicción que
aquel que ha estructurado todo, es el dueño de nosotros, como
también lo es de la primavera del otoño del invierno y del verano.
Es decir ha sujetado todo a ciclos que muchas veces no comprendemos,
algunos más cortos, otros más largos, pero todos traen en el paso
siguiente, lo bueno que les es propio.
Así, si nos disgustáramos por el verano que se va, sería un error,
pues si bien viene el otoño y después el invierno, ellos preparan la
primavera con su belleza incomparable y a su vez ésta prepara todo
para el verano y así sucesivamente.
Espero, pues haberte ayudado a comprender que en todo lo que ocurre
hay algo bello o que nos enseña, y espero poder verte como siempre,
riendo y creando lo necesario para el futuro en tu entorno y en el
siempre presente, mira que el pasado ya no es y el futuro aún no es,
y aunque el presente está hecho de innumerables algo que de
inmediato ya no son, es lo único que tenemos, y curiosamente sólo en
él elaboramos lo que somos y seremos.
Afectuosamente.
Santiago, 10 de Julio de 1995.
MIGUEL AMADO FONSECA ESCOBAR
mfonseca@mi.cl
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