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“ENAMORADO”
Me enamoré...
De alguien que por fin se fijó en mí,
Que descubrió lo que soy y lo que valgo.
Que a lo largo de la vida,
Ha permanecido silencioso a mi lado
Alguien que ha entendido mis errores,
y lejos de juzgarme, me ha dado nuevas
Oportunidades para intentarlo.
Que ha conocido de cerca mi soledad
y me ha inventado mil amigos.
Que en la serenidad de mis pensamientos,
Su presencia se ha hecho manifiesta.
Para quien mis lágrimas, le han conmovido
tanto que no he podido pasar inadvertido.
Alguien que nunca se cansa de sonreírme,
como invitándome a sonreír de nuevo.
Me enamoré de ese ser humilde,
Sencillo, bondadoso, incondicional amigo,
Que siempre ha estado conmigo.
Por sus detalles, por su hermosa sonrisa,
Por la dulzura de sus palabras...
¡Me ha conquistado!
A su lado, la vida puede parecer frágil,
pero tiene sentido.
Es una aventura que comienza en cada nuevo día.
Es un espacio vacío que con sabiduría se llena.
Es un ideal por el que se lucha y
al desfallecer todavía se sienten las
Ganas de proseguir.
Tomé la decisión de seguirle, de amarle, de servirle...
Porque tengo la
Seguridad de que a su lado, nunca más estaré solo;
Sé que desde que me enamoré de él...
Jamás me ha abandonado, por el
Contrario, siempre estuvo esperando
que algún día regresara a sus brazos.
Me enamoré de Jesucristo,
Y él... ¡ya lo había notado!
¡GRACIAS... SEÑOR!
Porque sonreír en medio del dolor, cuesta tanto...
¡Gracias... Señor!
Porque la tristeza llega con una señal de esperanza...
¡Gracias... Señor!
Porque al atravesar las duras pruebas de la vida,
vencer es la consigna...
¡Gracias... Señor!
Porque de los sinsabores también aprendemos...
¡Gracias... Señor!
Porque aún entre tantas espinas, todavía
es posible encontrar una bella rosa...
¡Gracias... Señor!
Porque a pesar de alimentar a veces la duda,
me haces seguir confiando en ti...
¡Gracias... Señor!
Porque de no ser por las lágrimas,
valoraríamos menos las alegrías de la vida...
¡Gracias... Señor!
Porque cuando todo parece oscuridad
alrededor nuestro, resulta más fácil seguir tu luz...
¡Gracias... Señor!
Porque cuando estoy por derrumbarme,
puedo seguir sintiendo cómo me sostienes...
¡Gracias... Señor!
Y cuando las fuerzas flaquean,
los sueños se apagan y el dolor es tan fuerte
Que nos hace bajar la guardia...
En medio de todo ello,
¡todavía... Permaneces ahí... Conmigo!
Por tu fidelidad, tu paciencia
y la entereza con que me llevas...
Por tantos “buenos tiempos” juntos...
Y ese lugar especial al que un día me conducirás, señor...
¡Déjame decirte otra vez:
¡Gracias!
“TE SEGUIRÉ”
Te seguiré, señor...
Cuando alguna gente me sonría
y otros me den la espalda.
Te seguiré...
Cuando las fuerzas me abandonen
y precise proseguir.
Cuando no tenga más lágrimas que derramar,
por haberme dolido el alma.
Cuando cuestionen mi fe, en medio
de las tribulaciones, te seguiré...
Te seguiré, señor...
Por la fidelidad con que me has amado.
En cada amanecer, para que al final
del día pueda proclamar un
Agradecido”amén”.
Te seguiré...
Más allá de la derrota...
Porque en ti encontré la victoria.
Te seguiré, señor...
Cuando perciba tu presencia: en cada abrazo,
en cada gesto, en cada sonrisa,
En cada promesa de ti recibida.
En la alegría del hoy, y en la eternidad del mañana
Esperaré en ti... Cuando la tempestad arrecie
y los vientos sacudan mi fe.
Y cuando en mi largo peregrinar, las dificultades
de la vida me hagan
Zozobrar,..
¡Te llamaré otra vez!
Me aferraré a ti confiadamente, me dejaré llevar...
¡Y sonreiré de nuevo!
“TESTIGO”
He sido testigo del dolor que
sobrepasa todo entendimiento.
He podido presenciar cómo la luz
de la esperanza poco a poco
se va volviendo tenue.
Cómo cuando todavía existía un poco de fe,
la duda es capaz de hacer que
Vaya desapareciendo.
He sentido a veces también cómo
la impotencia hace presa de
toda posibilidad de alivio.
Duele, ser testigo de cómo en un instante,
puede derrumbarse por completo un
“Ser humano”, cuando ayer
era ejemplo de valentía y fortaleza.
Momentáneamente se rompe
toda posibilidad de comunicación,
Se pierde la visión perfecta de las cosas.
El abismo se pronuncia más profundo,
amenazante, y la vida resulta una serie
De problemas que parecen no tener fin....
Aún... En ese pantano que nos envuelve
y empaña nuestra necesidad de que las
Cosas mejoren... Ahí, en medio de todo,
resurge majestuoso, sereno, confiado
Y deseoso de sacarnos de ese pozo
de desesperación, nuestro amado padre...
Manantial de vida en tiempos de sequía,
fascinante luz entre cualquier
Renuente oscuridad, fuente de paz,
misericordia, sanidad, verdad...
Pasión que convence, alegría que conmueve.
¡Jesucristo es la respuesta!
He sido testigo, he vivido muy de cerca,
a plenitud, sus grandes y hermosos
Milagros... ¡doy testimonio de ello
y me complazco en hacerlo!
Descubre estas verdades en la quietud
de tu mente y en la serenidad de tu corazón...
¡Te maravillarás de ello!
Alma Leticia García de Baray
lettygbaray@msn.com
MUCHÍSIMAS GRACIAS ALMA
BENDICIONES LUMINOSAS
LUDY MELLT SEKHER |
