Llévame al baile, hijo
que aún no estoy tan vieja
¡Quiero lucirme contigo!
bailando del brazo, sujeta.
Llévame al teatro, hijo
que aún no estoy tan ciega
escucharé los preludios
contigo a mi lado, bien cerca.
Llévame a la calle, hijo
aún tengo buenas piernas
a caminar sin rumbo fijo,
a tu lado, no me sentiré vieja.
Invítame a tu casa, hijo,
el domingo en la mañana,
a compartir tu buena mesa
y sentirme "acompañada".
Háblame con cariño, hijo
no me retes ni te exaltes,
las viejas somos como niños
que nos mimen, nos sonrían, sin desaires
Festeja mis ocurrencias,
no critiques mis locuras,
trataré de ser valiente
aunque surjan amarguras
No me alejes de tu lado,
no me hables con engaños,
tengo aún mi mente clara,
los recuerdos son de antaño.
Ven a verme a casa, hijo
ya no te pediré nada,
solamente tu presencia
y contemplar tu linda cara.
No me dejes triste y sola,
ni me metas a la cama,
los doctores se equivocan,
" el dolor esta en el alma".
Autora Rosa Dolber de Steinsapir
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